¡La Gata anuncia que ha vuelto a la enseñanza, señores! Que se levanta temprano en las mañanas- qué tal esfuerzo, oiga usted- se toma su sacrosanto café y baja de su techo un día por semana. La Gata se acomoda en un roble viejo, y en pocos minutos, se ve rodeada de sus jóvenes alumnos ansiosos por aprender.
- ¿Qué hago yo en el mundo? - le preguntan
A lo que La Gata respondió:
- Eres el mundo
Luego la Gata calla. Camina entre ellos meneando la cola, y revisa sus dibujitos moviendo los bigotes en señal de aprobación; se dirige a su escritorio, da varias vueltas sobre sí y finalmente se sienta
- Miss... ¿el árbol, las flores y el cielo, no son también el mundo?
- Cada punto de luz que brilla en la Tierra es uno de ustedes... iluminando el camino cuando se oculta el sol
- Sabia Gata eres -le dice el más grande de los gatitos - ¿cómo sabes tanto?
- Yo solo soy una gatitta arrabalera, el conocimiento está en todos lados, mis pequeños, al alcance de todo el que quiera aprender
- ¿Y por qué los demás gatos viejos no lo ven?
- ¿Viejos? Vieja será tu... ¡perdón!... sí, es cierto. La gente envejece antes de su tiempo cuando no se conoce a sí misma
Terminada la clase, la Gata se fue trepando a lo más alto de su techo. Entre su trabajo, su novio y sus parrandas y miles de proyectos; no había podido dormir en mucho tiempo. Ya es hora de su siesta de las cinco.... ¡Buenas tardes!