Nunca una Gata vió tanta elegancia
como la del Gato que una vez amó,
Gato de fría mirada, tibio al tacto
tanto o poco se daba
que La Gata bebía, sin dejar de tener sed.
Gato cabizbajo y meditabundo
egoísta y errabundo,
de tan fuerte que era en batalla
manso era al caer...
de caminar pausado, parecía más grande
a veces felino, a veces inconstante
a veces el Gato, era sólo un águila
que le circundaba los sueños, al anochecer,
porque de noche sus garras, se hacían alas,
por eso La Gata se dejó desgarrar...
Pero la Gata le robó las alas, una noche
y en una hoguera, se las comió
crocantes y de madrugada.
(Jujujuuuuuuuuuuuuuuuy!)
10 comentarios:
barriga llena, corazón contento
Siempre me gustó la Gata Negra miaaaau (soy un adicto a los comics de Spiderman)
Nada como unas buenas Hot Wings de gato pendavis..Jujuyyyyyyyyyy!
RRRRRRRRRRRRRR!
Pero que gata tan coqueta la de la imagen y el poema de letras maulladoras precioso, me gusto lo de que se comio al gato. Me hizo reir. Un saludo y beso, cuidate.
Muuuuuuchas gracias por visitarme el rinconcito!
Yo soy un gato de metal...
Ah... como el hombre de hojalata?
XD
Donde andas gata¿?
miaaaaauuu! viendo la forma de regresarshhh
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